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Mientras estoy grabando este podcast, el sol brilla radiante. Es pleno verano, y Europa está sufriendo una ola de calor. En Londres están a 29º, y en Madrid llegan hasta 40 abrasadores grados. El sol es la fuente de energía del mundo, pero debemos respetarlo. Es inmensamente poderoso.
El sol sale por la mañana y se pone al atardecer. Ha sido venerado durante milenios, y por una buena razón, alimenta la vida en nuestro planeta. Pero también puede matar. La ola de calor que actualmente afecta a India y Pakistán ya se ha llevado la vida de más de 2300 personas, con temperaturas por encima de los 45º desde hace meses. Así que si piensas que hace calor allí donde vives, no te olvides de todos aquellos que sudan bajo un calor insoportable en India. Con suerte, las lluvias del monzón aliviarán la situación pronto.
El cambio climático ha salido mucho en las noticias últimamente. Hemos oído sobre el deshielo, el nivel del agua del mar crece y aumenta el número de catástrofes medioambientales: sequías, inundaciones y huracanes. Ahora ya hemos aceptado que la quema de energía fósil (carbón, petróleo y gas) ha contribuido mucho al calentamiento global.
Las energías renovables, como por ejemplo la energía solar, hidráulica o eólica, no añaden carbono a la atmósfera. Así pues, mientras que el sol pega en el planeta y las temperaturas suben, el sol también tienen la capacidad de solucionar nuestra adicción a la energía fósil.
En España tenemos suficiente sol. Pero la historia del desarrollo de la energía solar en la última década es curiosa. En 2008 España era líder Europeo en el desarrollo de energía solar, el segundo tras Alemania. La planta de energía solar en Solúcar, Sevilla, fue reconocida como una de las más avanzadas del mundo. Pero después llegó la crisis. Las subvenciones del gobierno que habían promovido el desarrollo de la energía solar fueron canceladas en 2010. Desde entonces la generación de energía solar en España se ha estancado. España ha bajado hasta el 5º puesto en la lista de los productores de energía solar Europeos, superados por Italia, Francia y, sorprendentemente, el Reino Unido, un país que no es precisamente conocido porque brille el sol.
No contentos con cancelar las ayudas, ahora el gobierno español está llevando a cabo la extraña medida de imponer una tasa a la energía solar y a los paneles solares instalados en propiedad privada. La política solar del gobierno español ha sido definida como: «un ejemplo de cómo no hacerlo», por Phil Dominy, contable en Ernst & Young. Realmente resulta muy raro el hecho de penalizar el uso de la energía renovable proveniente del sol en uno de los países más soleados de Europa. Italia, un país que está siendo igualmente afectado por la crisis financiera, ahora produce cuatro veces más energía solar que España. Alemania es el líder europeo, produciendo más del doble que Italia, y ocho veces más que España. A mí me parece que es una oportunidad perdida.
¿Se ha puesto sol en la energía solar española? Espero que no, pero por ahora, el progreso se ha definitivamente eclipsado. ¡Ya tienes algo en lo que pensar mientras te bronceas en la playa!