Durante el año 2015, ha tenido lugar movimientos estratégicos a nivel mundial que han producido un traslado del centro de las relaciones internacionales del Atlántico al Pacífico e Índico, lo cual ha colocado a América Latina en el foco de atención de las principales potencial internacionales: Estados Unidos, China y Europa.
Así, en aras de resultar competitiva, América Latina debe llevar a cabo una serie de reformas estructurales, tanto a nivel de país como de región, que le permitan sacar el mayor provecho a su posición estratégica. Estas reformas implican diversas áreas de mejora como son la justicia y la educación.
Para ello, debe comenzar a apostar por un modelo productivo y de desarrollo que abogue por una disminución de la dependencia de las commodities, y una mayor inversión en innovación y transmisión de conocimientos.
América Latina cuenta, a su vez, con oportunidades que debe saber aprovechar, como es presencia y reputación que están alcanzando las multilatinas a nivel internacional.