“Mejor prevenir que curar”, la premisa fundamental ante la gestión de crisis

Los desastres naturales pueden ser, para las organizaciones de la zona, una situación de riesgo no sólo en términos de pérdidas de activos, sino que también pueden suponer un riesgo reputacional que debería ser gestionado, ya que podría poner en peligro la reputación de la corporación.

Así, tomando el ejemplo de Ecuador, donde existen dos potenciales desastres naturales –la erupción del volcán de Cotopaxi y el fenómeno de El Niño– se debe poner en marcha lo que se denomina “Plan de Contingencia”, el cual busca prever sobre el acontecimiento y preparar a las empresas para que sepan actuar y gestionar el acontecimiento, si se produce, de la manera correcta.

Evitar o disminuir el “factor sorpresa”

Las situaciones de crisis se caracterizan por ser fortuitas y no deseadas, lo cual pone un mayor énfasis en la necesidad de evitar o disminuir el “factor sorpresa” en este tipo de situaciones. El establecimiento de un Plan de Contingencias, va a permitir a la organización establecer un plan de actuación y comunicación previa, durante y post el desastre desde una perspectiva multistakeholder. Así, se transmitirá que se tiene control de la situación y se fortalecerá la relación con los grupos de interés.

Desde la empresa, se debe mostrar un interés y una predisposición por la detección temprana de las potenciales situaciones de crisis, así como por la preparación y comunicación activa con todo el personal de la empresa. Para esto, el Plan de Contingencias resulta una herramienta muy útil.