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La reputación debe ser gestionada en todo tipo de organizaciones, ya sean instituciones públicas o privadas, pero además, este concepto aborda un campo mayor al considerar la reputación a nivel de país.
La reputación de un país como República Dominicana está mejorando, sobre todo durante las últimas décadas, debido al establecimiento de una clara estrategia de gestión de la reputación basada en el desarrollo de una red de transportes interna moderna y eficaz que favorezca y facilite el transporte de personas y mercancías y por tanto, atraiga la atención de inversores extranjeros.
República Dominicana es un país económicamente terciario, gran parte de su economía se centra en el desarrollo turístico del país, lo cual supone que la movilidad debe funcionar de manera eficaz y eficiente, ya sea para los turistas que acuden de vacaciones o para las organizaciones que hacen negocios en el país y satisfacen toda la demanda de los visitantes.
Tras haber destinado 50.000 millones de pesos a esta red vial durante los últimos tres años, el país debe encontrar un equilibrio entre la creación y el desarrollo de nuevos canales de transporte, y el mantenimiento y la mejora de las redes viales actuales, las cuales se encuentran, en aproximadamente un 60 % en estado regular o malo.
Por otra parte, para continuar con el desarrollo del país y la atracción de la inversión extranjera, República Dominicana debe generar un relato coherente que sitúe esta apuesta por su red vial en el centro de su discurso, consiguiendo así mantener y fortalecer su reputación de cara a sus stakeholders.