La revolución de las tecnologías ha llevado consigo una democratización del acceso a la información y ha modificado los entornos en los que se entablan las relaciones con los clientes, además de crear otros nuevos. Se ha producido el cambio de una comunicación unidireccional a una bidireccional en la que los que antes estaban considerados “consumidores de información”, ahora no sólo son emisores, sino que tienen la potestad de marcar la agenda de la información y de las organizaciones.
La sociedad exige a las empresas que cuenten e integren en sus modelos de negocio valores como la ética, la transparencia o la sostenibilidad. Para poder transmitir estos valores a los grupos de interés, se debe estar presente en los entornos donde estos interactúan, el entorno digital. Y se debe seleccionar al emisor más apropiado para fortalecer las relaciones, el CEO. Todo ello hace necesario el diseño de una estrategia para gestionar la identidad digital del directivo.