Gracias por tu participación
Comparte el manifiesto y contribuye a impulsar la innovación entre empresas, organizaciones y directivos.
¡Guau! Es la única palabra que encuentro para describir lo que siento después de investigar sobre este tema, ¡me ha dejado alucinado! Agarraos a vuestros asientos y permitidme explicaros…
Es probable que hayáis oído antes el término “inteligencia artificial” pero, ¿alguna vez os habéis parado a pensar qué significa y de qué manera va a afectar nuestras vidas?
El término fue empleado por primera vez por el informático estadounidense John McCarthy en 1956 y probablemente entró en el imaginario popular en 1997 cuando la computadora Deep Blue venció al campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov. Los periódicos de entonces proclamaron en sus titulares “Una máquina más inteligente que el hombre”.
¿Cuánto tardaremos en ver aviones que aterrizan solos? Ya existen. El piloto sólo está ahí para asegurarse de que nada salga mal
Hoy en día la IA es parte de nuestra vida diaria. Todo está basado en la inteligencia artificial, desde la inquietante manera en que Facebook y Google nos coloca anuncios basados en nuestros hobbies e historial de búsqueda hasta las recomendaciones de libros de Amazon cuando hacemos una compra. Tu coche está repleto de IA – frenos anti-bloqueo, inyección de gasolina y sensores para aparcar. El año pasado se habló mucho del lanzamiento por parte de Google de un coche sin conductor. ¿Cuánto tardaremos en ver aviones que aterrizan solos? Pueeees… resulta que ya existen. El piloto sólo está ahí para asegurarse de que nada salga mal.
Todas estas aplicaciones de la IA son fascinantes y, aunque no las alcancemos a entender completamente, podemos ver de qué manera son útiles en nuestra vida. Así todo, ¿qué hay del futuro?
Permitidme que os presente a Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google y uno de los fundadores de The Singularity University, creada para investigar soluciones sostenibles a los principales retos a los que se enfrenta el mundo, como por ejemplo agua limpia, seguridad alimentaria, educación y cambio climático. Su predicción es que los nanobots o mini-robots pronto podrán viajar por el interior de nuestro cuerpo para detectar problemas de salud antes de que aparezcan. ¡Increíble! Y eso es sólo el principio. También predice que los nanobots acabarán entrando en nuestros cerebros, permitiéndonos acceder a un nivel superior de inteligencia en la “nube”. Nos convertiremos en pensadores híbridos, capaces de utilizar cerebros con capacidad extra basada en la inteligencia artificial.
El término entró en el imaginario popular en 1997 cuando la computadora Deep Blue venció al campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov
¿Encontráis esto fascinante o preocupante? Quizás un poco de ambos. Bill Gates, alguien normalmente a favor de los beneficios que la inteligencia artificial brinda, advierte sobre su potencial para convertirse en un peligro en las manos equivocadas. Stephen Hawking va aún más lejos y afirma que “el desarrollo de una inteligencia artificial completa podría implicar el fin de la raza humana”.
Personalmente, soy una persona optimista y siempre observo con entusiasmo las oportunidades para el cambio y el progreso, especialmente en el campo de la educación pero, ¿qué pensáis vosotros? Por favor compartid vuestras visiones de futuro en la sección de comentarios.