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¡Hablemos de comida!

¿Eres un gourmet? ¿Te gusta de verdad la comida? Lo seas o no, probablemente comas fuera de vez en cuando y ahora que se acerca la navidad se presentarán muchas “experiencias gourmet” en las próximas semanas. En mi caso esta semana fui invitado por el restaurante Cent Onze para escribirles una reseña, lo cual me ha brindado la excusa perfecta para satisfacer mi afición por el mundo culinario y compartir con todos vosotros el vocabulario relacionado con comer en restaurantes.

Para empezar, hablaremos del local. Cent Onze se encuentra en las emblemáticas Ramblas de Barcelona. Mi mesa junto a la ventana me ofrecía una vista de los árboles y el ajetreo de la gente al pasar y la sensación de estar en el centro de todas las cosas. Una hermosa vista siempre despierta el apetito.

La cocina catalana es de tradición mediterránea y combina todo lo que la región tiene para ofrecer: excelente marisco, carnes de calidad y verduras frescas en abundancia. El Cent Onze está junto al famoso Mercado de la Boquería, así que abastecerse de productos frescos es clave para su menú de mercado presentado con estilo.

Personalmente me encanta el marisco, así que para mi primer plato opté por una brandada de langostinos al gratén, servida con olivada y tostas de pan. Mi acompañante se decantó por unos pimientos del piquillo rellenos de brandada de bacalao, un clásico de la cocina catalana. Los sabores eran limpios y frescos, sencillos, dejando que el producto hablara por sí mismo.

Continué con pescado para mi plato principal: merluza a la plancha sobre cous cous, adornado con espinacas salteadas. Todo en su punto, sin excesos. El pescado, en mi opinión, debe servirse de una manera simple para mostrar su propia calidad.

El jarrete de cordero asado con puré de patatas y setas de invierno fue la elección de mi acompañante. Un combinado invernal que derrite cualquier corazón.

A veces encuentro decepcionantes los postres en los restaurantes españoles, ya que son en ocasiones predecibles y poco arriesgados. No en este caso. Todo era casero y estaban elaborados con un cuidado artesanal. Me sentí mimado por su bizcocho de almendra y canela con helado de fresa. Deliciosamente reconfortante. Mi acompañante describió su sorbete de maracuyá como una explosión de sabor llena de chispa. Era la guinda del pastel de su macedonia de melón y mandarina, una delicada delicia para elevar el paladar.

¿Y la cuenta? Bueno, puedo asegurar que representaba una excelente relación calidad-precio.

Comáis lo que comáis en navidad, desde Go English os deseamos lo mejor y aprovechamos para hacer un brindis por nuestros anfitriones de esta semana, el restaurante Cent Onze de Barcelona.

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