La palabra Fintech expresa el maridaje de dos términos: las finanzas y la tecnología, cuya relación abre enormes posibilidades al desarrollo de operaciones y transacciones entre los agentes económicos.
El inicio del siglo XXI se ha caracterizado por una masiva y rápida incorporación de la tecnología de la información y comunicación a distintas actividades, entre ellas las económicas y, más en concreto, las financieras.
Esta incorporación ha afectado a un mercado financiero dominado más bien por empresas que no se caracterizan por su vocación innovadora y son más bien resistentes al cambio y al uso de las nuevas tecnologías.
Por ello, aquellas empresas que han sido capaces de imaginar, crear y poner en marcha productos y servicios innovadores, que aplican las herramientas tecnológicas (Fintech) para complementar e incluso remplazar a los sistemas tradicionales, adquieren una significativa ventaja competitiva gracias a sus menores costos de transacción y a su potencial de ampliación de su mercado.