¿Crédito barato a la vuelta de la esquina?

Desde 2008 el mayor quebradero de cabeza de los directores de empresa en España es la falta de crédito disponible. A pesar de que los tipos de interés han experimentado un bajón histórico, las dificultades para acceder a un crédito resultan frustrantes y el gobierno español parece tener cada vez menor margen de maniobra en términos de política monetaria. De hecho, es el Banco Central Europeo el encargado de establecer los tipos de interés y quien controla de manera efectiva el suministro de dinero.

El 4 de septiembre Mario Draghi anunció un nuevo recorte en los tipos de interés que los dejaba prácticamente a cero: 0’05%. El 18 de septiembre fue anunciado un nuevo programa con el objetivo de dirigir crédito a la economía real, conocido como operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (targeted longer-term refinancing operations – TLTRO). Este programa ofrece préstamos baratos a los bancos de la eurozona a una tasa de interés fijo anual del 0’15% durante un periodo de hasta cuatro años, siempre y cuando esa rebaja de los préstamos trascienda también a gente como nosotros: sus clientes en el sector empresarial.

Se han dedicado a amasar dinero

El comportamiento de la banca en los últimos años no nos hace albergar precisamente muchas esperanzas ante la expectativa de crédito por un tubo por parte del BCE. La tendencia en el pasado ha sido más bien a aprovecharse del dinero a bajo coste mientras se mostraban reacios a prestárselo a los negocios, ya que esto podía empeorar el aspecto de sus hojas de balance. Lo que han hecho en su lugar ha sido utilizar el efectivo para mejorar su ratio de capital. En otras palabras, se han dedicado a amasar dinero.

¿Cambiará algo esta vez? Es posible, y mis fuentes en la banca española son optimistas sobre la efectividad de los incentivos que el BCE está poniendo en marcha para llegar a la economía real. Sin embargo, algunos observadores internacionales independientes no parecen compartir ese optimismo.

Tiempo al tiempo. Será interesante ver si la experiencia real –tu experiencia- a la hora de acceder a un crédito es realmente más fácil.

¿Confías lo suficiente para comprometerte a una inversión? ¿Hay crédito disponible para financiar esas inversiones? ¿Esperas más de tu banco?