Las relaciones económicas internacionales de Argentina tienen una trayectoria compleja en la que se han vivido, de manera cíclica, momentos de crecimiento, estancamiento y dificultad. Durante los primeros meses de 2015, la tendencia de declinación continúa. Los datos relativos a las importaciones y exportaciones del país reflejan la progresiva disminución de ambas. Las exportaciones presentan un descenso con respecto al año anterior de un 19%, presentado caídas en todos los mercados.
Esta evolución supone una llamada de atención para el país y sus dirigentes, que deben tomar medidas para tratar de mejorar estos indicadores y revertir el ciclo de estancamiento que atraviesa el país, mientras se observa una recuperación del mercado mundial tras la crisis de 2008.
Tras pasar por diferentes legisladores y formas de gobierno y gestión, los desafíos a los que se enfrenta Argentina en materia de comercio exterior continúan siendo los mismos: escasa diversificación de los mercados, priorización de las exportaciones y sujeción a las economías domésticas del país.
Argentina debe constituir una política de comercio exterior sólida, que abogue por una buena relación con diferentes actores internacionales clave y los miembros del Mercosur. Se deben plantear reformas estructurales que supongan soluciones y saquen al país de las expectativas pesimistas que se tienen de cara a 2016.