Todas las tendencias requieren un tiempo para ser adoptadas por las organizaciones. Hoy, la transformación digital es una corriente imparable, aunque suponga aún más preguntas que respuestas. Lo cierto es que este proceso no puede retrasarse ni detenerse sin poner en riesgo el desarrollo y la supervivencia misma de las empresas. Para que tenga éxito, la transformación digital tiene que integrar las diversas tendencias que se observan en los mercados.
Hay que comenzar por precisar los campos y diferenciar la transformación digital de sus requerimientos tecnológicos, sin confundirlos. Aquella es un catalizador que interesa transversalmente a cada organización y produce cambios a través de sus distintas líneas de operación y manejo.
Esta jornada se propone presentar las interrelaciones de las tendencias, cómo esas interrelaciones pueden potenciarse o limitarse, y cómo actuar en consecuencia.