La innovación hoy no es una opción: es una obligación. Para quienes no innovan de forma permanente, llegará un día en que verán que hubo otros que sí lo hicieron y que pusieron a aquellos fuera del mercado porque no supieron agregar valor en el momento debido.
Es importante diferenciar la creatividad de la innovación. Creatividad es la capacidad de generar ideas. La innovación es la capacidad de implementar y llevar a cabo esas ideas. La creatividad es el concepto, y la innovación es el proceso. Aunque se hubiesen generado muchas ideas, si no se pusieron en práctica, no hubo innovación.
Existen dos tipos de innovación: la innovación disruptiva y la innovación de mejora continua.
• Disrupción es la interrupción súbita de algo. Algo deja de continuar abruptamente. Se produce, por ejemplo, cuando se crean nuevos productos para nuevos clientes.
• La mejora continua consiste en establecer mecanismos de cambio permanente en la manera de hacer las cosas. Puede diferenciarse en dos tipos: incremental —cuando se ofrecen los mismos productos a los mismos clientes— y evolutiva cuando los mismos productos se ofrecen a nuevos clientes o cuando se ofrecen nuevos productos a los clientes existentes—
Para que la innovación sea asumida en la empresa, se requiere crear una cultura organizacional que identifique el talento creativo, promueva sus ideas, tolere el error y disemine los elementos innovadores de esa cultura. Para ello, es fundamental mapear los perfiles pro-innovación o anti-innovación, así como diseñar las estrategias para la diseminación de los nuevos rasgos culturales de la innovación dentro de la organización.
En esta Jornada se presentan de manera práctica estos y otros conceptos, algunas herramientas para la creatividad, otras para la innovación y las estrategias que deben emplearse para diseminar la innovación dentro de la organización.